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Por Pablo Santiesteban , 22 de mayo de 2023 | 15:00

El extraño caso del “lagomoto” de Bariloche

El "lagomoto" del Nahuel Huapi arrasó con el muelle de madera de Bariloche ese 22 de mayo de 1960. Crédito: redes sociales.
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[#HistoriasDiarioSur] El único tsunami lacustre documentado, efecto del gran terremoto del 22 de mayo de 1960 que afectó gran parte del sur de Chile.

El 22 de mayo de 1960, en Valdivia, Chile, se produjo el terremoto que liberó la mayor energía tectónica de la que se tenga registro, 9,5 grados de la escala Richter y 10 grados de la escala Mercalli.

La destrucción desde Concepción hasta la isla de Chiloé fue seria e incluso provocó un maremoto que arrasó con asentamientos costeros del océano Pacífico como Puerto Saavedra y caleta Queule en la Araucanía y Mehuín y el puerto de Corral en lo que ahora es la Región de Los Ríos.

El maremoto tuvo repercusiones hasta en el hemisferio norte del Océano Pacífico, provocando grandes oleadas que causaron daños y hasta muertos en Hawaii y Japón.

No obstante, llamó también la atención que los efectos del terremoto chileno atravesaran la cordillera y provocaran un desastre en el lago Nahuel Huapi, el lagomoto de San Carlos de Bariloche y que incluso ocasionó la muerte de dos personas.

No fue un tsunami

Según los antiguos barilochenses, el terremoto chileno se sintió en la ciudad, pero no provocó daños estructurales, aunque nadie se imaginó que este sismo hizo que las aguas del lago Nahuel Huapi se retiraran para regresar a la costa de la ciudad en una ola de cinco metros que destruyó el puerto de madera.

Los relatos históricos indican que la ola se introdujo al menos 100 metros hacia la ciudad hasta el mismísimo Centro Cívico y que su fuerza mató a dos personas que estaban en el puerto.

En un artículo escrito por Guillermo Goldes, de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Comahue, se explica que lo que sucedió en Bariloche no fue realmente un tsunami, porque no hubo desplazamientos de placas en el fondo del lago, ni modificaciones en el mismo. 

Añade que todo el lecho del lago se sacudió, provocando un oleaje semejante al que ocurre “al agitar violentamente un fuentón lleno de líquido” y que lo mismo ocurre en diferente escala en tanques y piletas de natación durante grandes terremotos donde el agua se desborda.

Para los hombres de ciencia este es uno de los pocos, si es que no es el único, tsunami lacustre documentado, de hecho, los barilochenses bautizaron el fenómeno como “lagomoto”.

Los barilochenses quedaron asombrados con la destrucción de su muelle. Crédito: redes sociales.

Dos víctimas

Eran las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960 cuando se desató el terremoto que tuvo como epicentro Valdivia y que tuvo una duración de 4 minutos.

Al otro lado de la cordillera de Los Andes, en Bariloche, también se sintió el sismo y testigos indicaron que se sintieron ruidos subterráneos, pero nadie se imaginó que iba a repercutir en el lago Nahuel Huapi.

El lago glaciar se sacudió y provocó una ola que arrasó con el puerto de madera de Bariloche y provocó la muerte de los vecinos Andrés Kempel y Julio Fratinni. 

Kempel era un trabajador del sector de muelles del puerto junto al Club Náutico de Bariloche y que realizaba maniobras de sacar tres veleros del agua para su mantenimiento, eran el “San Martín”, “Arrayán” y “Ñirre”. El hombre se encontraba en el puerto cuando la ola lo atrapó.

Fratinni, en tanto, estaba a bordo de un velero cuando el lagomoto lo absorbió.

Hay testimonios de que un velero bautizado como “Victoria” se tumbó por la fuerza del agua, pero después volvió a pararse sobre el lago y posteriormente fue rescatado. Lo mismo pasó con la lancha “Cristina”, pero no ocurrió lo mismo con las lanchas “Rápido IV” y la “Sayhueque” que se hundieron.

Los palos, maderas, asientos y muchas otros elementos del muelle de madera fueron desperdigados por la costanera y hacia el Centro Cívico.

Afortunadamente la mayoría de la población había acudido a unos ejercicios que estaban haciendo soldados del Ejército argentino en unos terrenos elevados, muy cerca de Centro Cívico, cosa que, tal vez, les salvó la vida o de salir heridos.

Ocurrido el fenómeno cientos de barilochenses bajaron a lo que quedaba del muelle para ayudar y buscar a los desaparecidos.

Llega la ceniza

Posterior a estos acontecimientos el cordón Caulle entró en erupción lo que provocó que toda la zona cercana de San Carlos de Bariloche se llenara de ceniza, ocasionando la molestia de sus habitantes.

Fue un fenómeno similar al vivido durante 2011 con la erupción del cordón Caulle en el lado chileno.

Un mes después del fenómeno, un policía descubrió el cuerpo de uno de los fallecidos en el lagomoto. El Nahuel Huapi lo devolvió cubierto de ceniza y piedras pómez expulsadas desde el cordón Caulle. 

¿Puede volver a pasar?

Conociendo las características geológicas de Chile, por donde pasa la placa Sudamericana por toda su costa, la Universidad Nacional de Comahue realizó en 2006 una investigación para definir si el fenómeno podría repetirse en Argentina.

Fue así que comenzó a investigar deslizamientos subacuáticos en distintos espejos de agua de la Patagonia y se identificó que además de lo ocurrido con el Nahuel Huapi en 1960, hubo otros movimientos en los lagos Huechulafquen, Lácar y Traful, en Neuquén y en el lago Futalaufquen, en Chubut.

El objetivo de esta investigación es hacer un llamado de atención a los argentinos, poco acostumbrados a terremotos, a que estén preparados en caso de ocurrir un mega terremoto en el lado chileno que pueda afectar a los lagos patagónicos de Argentina, tal como pasó con el Nahuel Huapi.

Por lo mismo los patagones argentinos deben estar atentos si es que el suelo chileno empieza a moverse más de la cuenta en el lado del Pacífico, los barilochenses lo saben de memoria.

 

Un medio especializado de Grupo DiarioSur.

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