Centro Cívico: el "look alpino” del símbolo de Bariloche

Conoce los orígenes de la principal postal de la turística ciudad de la provincia argentina de Río Negro.

Es como estar en un pueblo de Los Alpes. El complejo arquitectónico tiene forma de U, todo está construido con madera y una piedra tan rugosa y de texturas que pareciera simular a las laderas de las montañas de la región.

En su centro está la plaza y para entrar a ella y al famoso edificio de aires de Europa Central hay que pasar por dos arcos que tienen aspecto de pueblo medieval.

De fondo se ve el gran lago y sus montañas nevadas. Realmente es como estar en un pueblo de Los Alpes, pero no lo es, estamos en la Patagonia argentina. 

Subiendo por la calle Bartolomé Mitre, el centro neurálgico del comercio, se llega al famoso Centro Cívico de San Carlos de Bariloche, ubicado en la plaza Exploradores al Desierto.

Es una postal obligada para los que visitan la turística ciudad de la provincia de Río Negro, levantada a 50 metros en desnivel del lago Nahuel Huapi.

Pero también hay que decir que la plaza, en especial la estatua ecuestre del general Julio Roca, luce rayados de grupos que exigen la reivindicación mapuche en la Patagonia argentina. 

Son rayados que representan un recordatorio desesperado de algunos barilochenses que se sienten desplazados desde el inicio de la pujante colonización alemana y los violentos hechos de la llamada campaña de la Conquista del Desierto a fines del siglo XIX, similar a la Pacificación de la Araucanía en Chile y a la Conquista del Oeste en Estados Unidos, donde el hombre blanco se impuso con violencia a los pueblos originarios.

Sí, se parece a Los Alpes, pero no lo es. Nunca lo fue.

El origen

Hace poco el Centro Cívico de Bariloche cumplió 82 años desde que fue inaugurado el 17 de marzo de 1940 y desde entonces se alojan la biblioteca, el museo, la municipalidad, el ex correo, la policía y la aduana.

El complejo cívico fue ideado por el arquitecto Ernesto de Estrada y fueron 200 obreros los que lo levantaron en apenas dos años, usando piedras extraídas del cerro Carbón y madera de ciprés y alerce.

De Estrada había estudiado en la Universidad de Buenos Aires y luego consiguió una beca para estudiar urbanismo en la Universidad de La Sorbona, en Francia. Con esa experiencia, De Estrada ideó el aspecto arquitectónico europeo de la obra.

La plaza está pavimentada de piedra laja y significó una revolución visual, pues en el contexto de la década de los 40 del siglo XX, Bariloche apenas tenía tres mil habitantes y su arquitectura era muy simular a las del sur de Chile, con casas de madera con tejuelas, muy parecidas a las que aún existen en la isla de Chiloé en el lado del océano Pacífico.

Todos estos trabajos estuvieron enmarcados dentro de las obras públicas que impulsó la Administración de Parques Nacionales, organismo público que entre 1934 a 1944 asentó las bases urbanas del Bariloche actual.

Bajo la dirección de Exequiel Bustillo, presidente de Parques Nacionales de Argentina, se inició los trabajos y con la colaboración de su hermano Alejandro Bustillo que estaba a cargo de la oficina de proyectos y que fue el que incorporó a Ernesto de Estrada.

Así el Centro Cívico empezó a tomar forma con la empresa Christiani & Nielsen. El contratista fue Henrik Lunde natural de Dinamarca y el picadrero fue José Luckman, descendiente de alemanes. Ambos le dieron esos aires europeos al complejo arquitectónico con puertas, ventanas, barandas, balcones o techos de madera y tratados con barniz, mezcla de rústico y alpino que brindan un efecto paisajístico que distingue.

Si bien el Centro Cívico fue algo rupturista para los barilochenses de mitad del siglo XX con el tiempo la obra se transformó en un punto que identifica a la ciudad, pues posteriormente ese estilo se replicó en otros rincones de la ciudad y localidades de Río Negro.

 Curiosidades

Existen varias curiosidades en torno al complejo arquitectónico, tal como que fue el primer centro cívico de Argentina, pues el segundo fue construido en Córdoba, según el historiador Jorge Mogensen.

El reloj de la torre de la municipalidad barilochense fue instalado en 1940, aunque según el sitio patagoniaandina.com se cree que su mecanismo es más antiguo, tal vez de la década de los 20 del siglo XX. También posee cuatro figuras representativas de la zona: el indio, el misionero, el conquistador y el labrador.

El Centro Cívico fue declarado Monumento Histórico Nacional en Argentina a partir de 1987.

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